¿Qué comer?
La cocina polaca tiene sus raices en la multiculturalidad que ha caraterizado también su historia. Así que se pueden encontrar influencias de platos rusos, bielorusos, ucranianos, lituanos, alemanes, checos, judíos y austriacos. A los polacos les gustan las carnes ahumadas y las sopas. Aquí encontrarás una guía de los platos que no puedes perderte durante tu estadía en Polonia.
Pierogi: Son una especie de ravioli con muchas variaciones. Pueden estar rellenos de carne, sauerkraut y chapiñones, de patatas y queso blanco (también llamados rusos), lentejas o frutas de la región. ¡Top Ten Recomendado!
Golabki: Son hojas de col rellenas de carne y arroz con salsa de tomate. Bigos: Es un delicioso plato tradicional polaco que se compone de col, setas y diferentes tipos de carne. Aunque es muy sencillo, se requiere de mucho trabajo, pero el el resultado es delicioso. ¡Recomendado!
Arenques: Una de las entradas más populares son los arenques con crema cebolla y manzana. Pato al estilo de Cracovia: estofado de pato con setas y una porción de trigo al estilo de Cracovia.
Chuletas de cerdo apanadas: ¡No puedes dejar de probarlas! Vienen acompañadas de patatas y una ensalada de col con zanahoria.
Barszcz rojo: Esta es una conocida sopa que se toma durante la cena de noche buena hecha de remolacha.
Zurek: Es una sopa hecha de acido de pan, setas, salchichas y huevos cocinados.
Grzybowa: Es una sopa muy tradicional hecha de setas silvestres y pasta.
Si quieres degustar postres tradicionales, te recomendamos las donas polacas rellenas de mermelada de rosas, las tartas de queso y la tradicional “Szarlotka” (tarta de manzana).
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